Las conservas se convierten en parte indispensable de una dieta equilibrada y saludable, con la ventaja añadida de que están disponibles para su consumo a lo largo de todo el año. Son además excelentes para integrarse en las más variadas recetas de cocinas, ya sea en frío o en caliente, como plato principal o como acompañante; en elaboraciones propias de la cocina tradicional o en las más sofisticadas creaciones de vanguardia.